Vía Heraldo de Aragón | Tablas levantadas, agujeros en el suelo y bancos estropeados. Este es el estado a día de hoy de la plaza de Santa Rosa de Lima del barrio zaragozano de Las Fuentes, que deja a la vista las malas condiciones en las que se encuentra el mobiliario y la “inservible infraestructura del entorno”, según denuncia Zaragoza Ciudadana.No es la primera vez que la plaza se encuentra en estas condiciones. Desde la Asociación Zaragoza Ciudadana, junto a los vecinos del barrio, denuncian los actos vandálicos y la “penosa” instalación del mobiliario. “Cualquier cosa no se rompe tan fácilmente y con tanta asiduidad”, explica Orlando Suárez, uno de los fundadores de la Asociación, que ya ha denunciado en anteriores ocasiones el estado del lugar.“Hemos denunciado tres veces. Esta vez lo hemos hecho directamente a infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza. Que la plaza se encuentre en este estado no tiene utilidad”, asevera Orlando Suárez. Desde hace bastante tiempo tanto Orlando como su compañera Pilar Arana trabajan para buscar soluciones a situaciones como la dada en Las Fuentes. “Hemos pedido al Consistorio un estudio de reestructuración”, explica Orlando.La plaza cuenta con una pasarela de tablas de madera que cada dos por tres se ve dañada: “Son maderas huecas que con un simple taconazo se rompen. Si se trata de vandalismo lo es facilitado por la penosa instalación”.No solo el suelo se ha visto afectado. Los bancos, cubiertos con césped artificial, se encuentran dañados por los rayos del sol, impidiendo su uso a los vecinos. “La plaza tenía una estructura con banderines de diferentes países que se caían y tuvieron que quitarla. Realmente es inservible”, explica Orlando.Daniel Ferrer, un joven vecino de Las Fuentes, asegura que cada cierto tiempo la plaza sufre los daños de los usuarios y las consecuencias de su mala instalación: “Tiro la basura en el contenedor de la plaza cada día y ya es habitual ver algo nuevo roto. Por el uso o por la debilidad de las maderas, siempre están rotas”.Para Miguel Ángel García, un jubilado de la zona, resulta incomodo ver cómo la situación se ha vuelto habitual: «Me gusta ir a la plaza y pasar la tarde pero está destrozada y los bancos no son útiles tal y como están ahora». Por el momento, habrá que esperar a una nueva reparación por parte del Ayuntamiento y a la posibilidad de una nueva reestructuración.
