Heraldo: «Quejas por suciedad en el Rastro del parquin sur de la Expo»
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La plataforma Zaragoza Ciudadana ha recibido varias denuncias en las últimas semanas referidas a la presencia de bolsas y basura en el entorno.Vía Heraldo de Aragón | Hasta hace unas semanas no habían recibido nunca denuncia alguna sobre este tema, pero en las últimas dos, en la asociación Zaragoza Ciudadana han contabilizado hasta seis quejas, que se han ido multiplicando con reacciones y diferentes comentarios en las redes sociales, sobre el estado en el que queda el Rastro del parquin sur de la Expo tras la actividad del mercadillo los miércoles y los domingos.“Este es el paisaje que queda siempre en el parquin sur de la Expo después del rastro”, rezaba una de ellas junto a la imagen de varias bolsas de plástico y papeles concentrados en una de las vallas que rodea el entorno. Su autor, José Antonio Domínguez, de Amigos de la Tierra Aragón, explica que, tras retirarse el mercado, “va la brigada de limpieza y recoge bastante, pero muchas bolsas se vuelan o terminan en el río o entre la vegetación, especialmente los días de fuerte viento. La valla retiene la basura cuando hay cierzo del noroeste, si bien, cuando el viento sopla del sur o del este, se va todo por ahí”.“Quiero quejarme por la falta de civismo en el Rastro de la Expo, porque cuando voy, está sucio. Yo me guardo las bolsas de la compra aunque me sobren, pero no veo espacios para tirar la basura”, “Si se cede una zona de la ciudad para poner el rastro, los responsables de ese espacio deberían responder de su limpieza y evitar que se vean estas situaciones”, o “El viento es una de las causas, pero también que somos un poco guarros. Más contenedores de basura y no habría tanta excusa”, apuntaban varios particulares en otras de las quejas remitidas a esta plataforma de impulso de propuestas para mejorar la ciudad, fundada por Orlando Suárez y Pilar Arana.Los afectados “hablan de bolsas de plástico y papeles, fundamentalmente”, señala Suárez, quien añade que algunos también afirman que hay muy pocos puntos donde poder depositar la basura o los desperdicios. “No hace falta entrar a la zona del aparcamiento, se ve desde lejos y la imagen es bastante mala para Zaragoza”, añade.En esta asociación insisten en tratar de solucionar la problemática sin culpabilizar directamente a los usuarios, a los comerciantes o al servicio de limpieza. “Si unos pocos comerciantes de cientos tiran una bolsa, y unos pocos compradores de otros cientos hacen lo mismo, es lógico que esto ocurra”, señalan, al tiempo que matizan que tienen constancia de que los operarios encargados de la limpieza no tardan en acudir al rastro tras su conclusión.La plataforma transmitió la semana pasada la queja ciudadana al Ayuntamiento de Zaragoza con el propósito de remediar tal situación. “Pedimos que exista un mayor control del civismo de usuarios y comerciantes. Se pueden tomar medidas como colocar más basuras o varios puntos limpios en el espacio para que las personas sepan donde pueden tirar los desechos e, incluso, se puede analizar el formato del propio rastro”, asegura Orlando Suárez, quien matiza que el zaragozano es un ciudadano limpio, por lo que “puede que falten medios para que la zona sea más cuidada”. Así, “la Oficina del espacio urbano, gestión de residuos y unidad de limpieza nos ha indicado que van a comprobar los hechos y a tomar las medidas oportunas”, asegura el portavoz.Mientras, desde la Plataforma por los derechos del mercado de Zaragoza no dudan en denunciar el “abandono y la dejadez” que sienten por parte del Consistorio, algo que también consideran que repercute en la cuestión de la suciedad. “Estamos más abandonados que nunca y en un lugar dejado de la mano de Dios”, afirmaba este lunes su presidente, Jesús Carbonell. Para éste, el rastro se está convirtiendo en un estercolero y son los propios comerciantes los que se avergüenzan, dice, de lo que está ocurriendo.“Quienes somos titulares de puestos fijos cuidamos mucho el tenerlos en condiciones y los dejamos limpios. Pero hay personas que, sin poseer concesión, se están colocando en algunos puestos que quedan libres y, cuando termina la jornada, dejan ahí toda la basura, ya sean bolsas, cartones o perchas por los suelos”, denuncia el representante, quien añade que el gobierno municipal “no se ocupa de que se aplique el reglamento en el rastro: hay gente que viene, no paga, vende de forma desleal, se va y deja allí todos los residuos”.Según Carbonell, los comerciantes fijos poseen sus bolsas para tirar la basura en los puestos –“aunque el Consistorio ya no nos las facilita”, apunta-, y el número de contenedores donde depositarlas cuando terminan su trabajo “es suficiente”, aunque reconoce que quizá faltarían papeleras para los usuarios. “Somos los primeros que queremos tener nuestro mercado limpio y que este vuelva a ser como el de La Romareda”, concluye.