
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA MUESTRALa encuesta se realizó, durante el mes de julio, en las 17 comunidades autónomas y en las 2 ciudades autónomas (Ceuta y Melilla) españolas, siendo los más activos aquellos procedentes de la zona centro y norte de España (Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Madrid y Navarra), que constituyeron un 38% del total de la muestra. Mientras, los de la costa mediterránea (Cataluña, Islas Baleares, Valencia y Murcia) representaron el 25%, un 21% lo de la costa norte (Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco), del centro sur de España (Andalucía y Extremadura) fueron el 12% y el 4% restante correspondía a personas de las Islas Canarias y de las dos ciudades autónomas.En cuanto al nivel de estudios, un 53% de los participantes tenían estudios universitarios o superiores y sólo un 3% no tenía estudios, siendo los hábitos de reciclaje medianamente buenos: el 63% de los entrevistados aseguraba reciclar siempre en casa, el 29% reconocía hacerlo solo a veces y únicamente un 8% confesaba no reciclar nunca.Además, los entrevistados con estudios universitarios fueron los que mostraron un comportamiento medioambiental algo más favorable: un 46% de ellos no cedería hasta encontrar el contenedor oportuno, frente al 44% de aquellos sin estudios universitarios que también lo harían.Así, analizando esta información según el nivel de formación de los encuestados, un 70% de aquellos que contaban con estudios universitarios confirmaban que siempre reciclaba, frente al 56% de quienes también lo aseguraban y no tenían estudios universitarios, siendo aquellos sin estudios universitarios los que más admitían no reciclar nunca (un 10%).Por otro lado, desde el aspecto geográfico, los encuestados de la costa norte fueron quienes más concienciados estaban con el reciclaje, ya que el 74% de ellos afirmaba reciclar siempre en casa, frente al 64% del total de España y el 51% de Canarias y las ciudades autónomas.¿CUÁL ES LA PERCEPCIÓN SOCIAL DEL PROBLEMA?Prácticamente la mitad de los encuestados conocían el significado de la palabra littering o abandono de basura en espacios públicos y sólo un 2% de la muestra lo confunde con el problema de las basuras marinas (envases o materiales no orgánicos que flotan en el mar), seguramente debido al peso de las campañas de concienciación sobre el abandono de residuos.Así, los encuestados reconocieron que los principales motivos por los cuales se abandona basura de manera intencionada en zonas públicas son la falta de educación y la pereza. Se criticó menos la falta de mobiliario urbano para contener los residuos, tomando fuerza la idea de que la gestión de los contenedores, papeleras y otros mobiliarios son un problema menor para el ciudadano.¿DE QUIÉN ES LA RESPONSABILIDAD?Los encuestados fueron categóricos a la hora de encontrar al principal culpable de la generación de basura abandonada en espacios públicos: el propio ciudadano. Según ellos, es él quien, al fin y al cabo, deposita sus residuos en los espacios que no han sido diseñados para ese fin. Después, están las empresas y las administraciones públicas.Teniendo al ciudadano como principal responsable, los entrevistados entendían que la mejor forma de evitar el littering es invertir en información y sensibilización al ciudadano, así como sancionar a quienes abandonan basura. Asimismo, opinaron que también convendría mejorar los sistemas de gestión de residuos e implantar unos nuevos.LA CONTRADICCIÓN ENTRE EL DICHO Y EL HECHO…Resulta curioso analizar que, considerando al ciudadano como el principal responsable de la existencia del littering, la mayoría de los participantes de la encuesta afirmaron no tirar casi nunca basura en espacios públicos. Incluso, cuando se les preguntaba por objetos concretos (cuerdas, chicles, botellas, tapones, alimentos, bolsas de plástico, colillas o embalajes de papel, entre otros), aseguraron que no es habitual que los desechen de esa forma. Asimismo, la mayor parte declararon no tirar residuos de envases en las vías públicas.Eso sí, en cuanto a la reacción de los encuestados cuando encuentran un envase en el suelo, sólo un 25% dijo que lo recogería y lo depositaría en un contenedor o en una papelera y un 37% sólo lo haría si ese contenedor o papelera estuvieran cerca. Desgraciadamente, un 35% no haría nada.¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS Y POSIBLES SOLUCIONES?Según los entrevistados, las consecuencias más graves del littering son la contaminación del agua y los problemas en la fauna, así como la contaminación del suelo, un mayor gasto en los servicios de limpieza, la contaminación del aire, las plagas y la proliferación de enfermedades.Para remediarlo, la solución mejor valorada por los encuestados fue la educación y concienciación ciudadana (puntuación media de 9 en una escala donde 1 es la peor valoración y 10 la mejor), seguida muy de cerca por multas o sanciones económicas (8,7 puntos de media), mientras que el aumento del mobiliario es la última opción planteada por los encuestados.
CONCLUSIÓN: «EL PROBLEMA RESIDE EN LA FALTA DE EDUCACIÓN DEL CIUDADANO»
