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El Quiosco de la Música, hoy ubicado en el magnificente Parque Grande – José Antonio Labordeta, y catalogado como Bien de Interés Cultural el 18 de noviembre de 2008, es una de las escasas obras que se conservan de las construidas para la Exposición Hispano-Francesa, celebrada en Zaragoza en 1908 con motivo de la conmemoración del centenario de Los Sitios en los terrenos de la antigua Huerta de Santa Engracia.Dos años antes de su celebración, el gobierno nacional decidió entregar dos millones y medio de pesetas para su financiación, creándose un comité ejecutivo a cuya cabeza se colocó al empresario Basilio Paraíso, encargando al arquitecto Ricardo Magdalena su planificación, que debía ser planteada como un acontecimiento moderno para demostrar el empuje cultural y económico de la ciudad y de Aragón, a la vez que serviría para estrechar lazos y restañar heridas con los vecinos franceses, tras los acontecimientos de las Guerras Napoleónicas del siglo anterior.Este Quiosco fue concebido como una pequeña edificación abierta, a modo de templete, que consta de dos cuerpos principales: un basamento de piedra y una ligera estructura metálica en forma de baldaquino. El basamento lo conforma un podio de sillería de planta octogonal para albergar la banda de música, con acceso por una escalinata situada perpendicularmente en uno de los lados del octógono. Mientras, el segundo cuerpo, más tectónico que el anterior, es una ligera estructura en forma de baldaquino compuesta por ocho esbeltas columnas de fundición arriostradas en el perímetro por perfiles metálicos con la parte inferior en forma de arco de rebajado, enriquecidos ornamentalmente con una serie de ramales de esmerada decoración modernista, formando arcos de medio punto. Este maravilloso conjunto se remata por una cubierta inclinada revestida en zinc y coronada por una banda de piedra moldurada sobre la que se alza una cúpula de forma bulbosa recubierta por tégulas cerámicas o tejas de vistosos colores: amarillo, naranja y blanco.Sin duda, el Quiosco de Música es uno los mejores ejemplos del modernismo zaragozano, diseñado por los hermanos de origen navarro José y Manuel Martínez de Ubago y Lizarraga, quienes lograron una obra muy elegante y dinámica, en la que se apuesta claramente por el modernismo tanto en la elección de los materiales (hierro) como de las formas ondulantes y orgánicas, dando como resultado una obra llamativa y alegre que, lamentablemente, hoy pasa en cierto modo inadvertida al haber sido sacada de su contexto original, ya que en 1912 fue trasladada al paseo de la Independencia y, aunque en 1924 volvió durante unos años a su ubicación primitiva en la plaza de Los Sitios, en los años 60 fue trasladada finalmente al Parque Grande, donde se ha conservado hasta la actualidad.BIBLIOGRAFÍAHERNÁNDEZ MARTÍNEZ, ASCENSIÓN Y POBLADOR MUGA, Mª PILAR. La Exposición Hispano-Francesa de 1908: balance de una experiencia arquitectónica singular a la luz de un siglo, en Las exposiciones internacionales: arte y progreso, Zaragoza 2007.LABORDA YNEVA, JOSÉ. La Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza, Institución Fernando el Católico, Zaragoza 2008.PANO GRACIA, JOSÉ LUIS Y MARCO FOZ, JOSE CARLOS. El kiosco de la música de Zaragoza (1908-1999), Institución Fernando el Católico, Zaragoza 2002.