Buzón Ciudadano

El zaragozano palacio de Larrinaga, un monumento de amor conyugal

El palacio de Larrinaga es un palacio zaragozano de principios del siglo XX que se encuentra a la salida de Zaragoza, por la carretera de Castellón, y ocupa el solar número 123 de la calle Miguel Servet, quedando plenamente integrado en el casco urbano aunque, cuando fue construido, estaba alejado del mismo.

Esta fascinante edificación de 676 metros cuadrados y altura de 14 metros, máximo exponente de la vivienda burguesa dentro del eclecticismo formal y simbolista, fue proyectada por el destacado arquitecto turiasonense Félix Navarro, siendo una de sus mejores obras, y construida entre 1900 y 1918, interviniendo igualmente el escultor y artista zaragozano Carlos Palao en los trabajos ornamentales.

Este palacio, que esconde una bella historia, es un monumento de amor conyugal que fue mandado construir por el bilbaíno Miguel Larrinaga, rico hombre de negocios navieros, como regalo para su esposa Asunción Clavero, natural de la localidad turolense de Albalate del Arzobispo, y motivo por el que se le llamó «Villa Asunción».

No obstante, estuvo habitado durante pocos años, hasta la muerte de su esposa en 1939, que motivó la pérdida de interés de Miguel y, por ello, la venta de la propiedad a GIESA, que construyó su fábrica en los terrenos adyacentes e instaló sus oficinas en la casa; si bien, en 1946, vendió esta última a la Compañía de María, que haría diversas obras para acondicionarlo a sede del colegio y comunidad de religiosos marianistas (Societas Mariae).

Actualmente, desde 1993, su propietaria es la entidad bancaria iberCaja, siendo la sede de su Patronato Cultural y Centro de Documentación, que tuvo que realizar una inversión para la consolidación y limpieza de las estructuras, así como la restauración de maderas, cerámicas y yeserías, encargándose los trabajos a los arquitectos zaragozanos Luis Franco y Mariano Pemán, quienes forman equipo desde el año 1980.

Se trata de un emblemático palacio suburbano, precedido de un amplio jardín, cerrado por una verja de hierro, y otro en la parte posterior, aunque desapareció con los nuevos edificios del colegio.

Su planta centralizada, cuadrada, puede ser calificada como neorrenacentista. Por tratarse de un proyecto de Félix Navarro, coetáneo del ilustre arquitecto Ricardo Magdalena, no es extraño que presente ciertos parecidos compositivos, a escala menor, con la Facultad de Medicina y Ciencias. Así pues, se pueden observar algunas coincidencias de elementos y motivos entre ambos edificios, como la exedra o ábside de la parte posterior, abierta con grandes ventanales encristalados, el alzado de las esquinas formando cuatro torrecillas –aquí todavía más esbeltas y ligeras– o la combinación ornamental polícroma de relieves y azulejería con motivos de grutescos, distribuidos en paneles en la fachada y muros de ladrillo. Además, en este edificio se añade un elemento nuevo, como es el cimborrio octogonal, que acentúa el carácter centralizado.

Está estructurado en tres pisos, de los que el inferior es semisótano, visible y accesible por los laterales, estando construido en piedra –a modo de un gran zócalo– y los restantes en aparejo de ladrillo, reservando la piedra para esquinas y enmarque de ventanas.

La fachada recibió un tratamiento más relevante, formando un pórtico con escalinata central y antepechos laterales con relieves alusivos al comercio marítimo. En los capiteles de las cuatro pilastras que sostienen la galería superior hay una ingeniosa decoración esculpida, formada por la proa de una embarcación con dos caballitos de mar a los lados, a modo de volutas de un cimacio. Y, mientras que estos arcos son de despiece deprimido, los de la galería son de medio punto, con antepechos en los que hay labrados dos escudos parlantes con los lemas: Trabajo-Cultura. Como remate de esta galería y en sustitución del escudo heráldico, hay un gran panel de azulejos polícromos que representan una alegoría del Comercio y de la Industria ante un pintoresco paisaje de puerto de mar.
 

Si hemos despertado tu interés con este artículo, te animamos a realizar una visita guiada al palacio de 50 minutos los sábados y domingos, a las 10.00 horas, y los martes, a las 17.00 horas, así como talleres didácticos escolares de 90 minutos, a un precio de 3€ (tarifa general). Más información y reservas en los teléfonos 675 885 593 y 976 971 901.

 

BIBLIOGRAFÍA
NAVARRO PEREZ, M.A. y NAVARRO ANGUELA, J.L. El Palacio de «Villa Asunción». Zaragoza, 1944.
OLIVÁN JARQUE Mª I, Informe artístico sobre el Palacio de Larrinaga. Zaragoza 1982.
MARTINEZ VERÓN, Jesús. Arquitectura aragonesa. 1885-1920. Ante el umbral de la Modernidad. Zaragoza, 1993.
RABANOS FACI, C.,Historia crítica de la arquitectura aragonesa del siglo XX (I)en S.A.A. XLVII. Zaragoza 1995.
LABORDA YNEVA, J.,Zaragoza. Guía de arquitectura. Zaragoza 1995. Pag 316.
FATÁS CABEZA, G. (Coord.), Guía histórico-artística de Zaragoza. 1982.

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